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El empresario del Grafiti

Como tantos otros, empezó pintando su nombre en las paredes de su barrio a los 11 años, y hoy puede presumir de haber introducido su obra en importantes museos de Arte Contemporáneo, en las paredes y muros de las principales ciudades europeas, y en forma de trabajos concretos para ‘clientes’ como el Teatro Real, el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Danza, Benetton o Cartoon Network.

Es Suso33: para algunos, probablemente sea sólo un grafitero más, bajo el prejuicio del vandalismo callejero. «El prejuicio siempre existirá, es lógico, forma parte de ello y lo entiendo», explica. Para muchos otros es un artista de culto, y máximo exponente en los ‘performance’ y el ‘livepainting’. Y hace años también, aunque no deje de sonar ‘raro’, es un emprendedor.

Él mismo se ve así: «Creo que soy un clarísimo ejemplo de emprendedor, porque no hay referencias de lo que hago muy evidentes», explica. Ayer estuvo en la Universidad de La Rioja, precisamente dando una charla sobre su trayectoria en la Cátedra de Emprendedores, ante un nutrido público. Allí explicó sus inicios, sus problemas y su visión de las cosas: «Gente como yo tenemos mucha iniciativa, al principio lo haces por amor al arte, pero luego empiezas a ver las posibilidades de profesionalizarte, vivir de lo que te gusta; por supuesto, todo eso supone una serie de obstáculos que debes sortear, manejar a tu favor», apuntaba.

Dijo que no recuerda el momento en el que su pasión se convirtió en profesión, «porque siempre ha sido una trayectoria progresiva, en la que poco a poco la gente ha ido valorando económicamente mi obra». Hoy es consciente de que Suso33 es una marca consolidada, incluso una empresa: «Me he creado mi pequeño equipo de gente, tengo una persona que se encarga de asuntos legales y otra asistente personal, vas reinvirtiendo el dinero para crecer».

Clientes diversos

Si bien es habitual de festivales de todo tipo, sus clientes son «de lo más diverso, aunque aún no los veo como clientes, sino como gente que me ayuda a desarrollar mi obra». Lo que más hace ahora es arte en acción, ‘livepainting’, ‘performance’… «Usar elementos escénicos, iluminación, el diseño de luz y el sonido», y su perfil de público va ganando en heterogeneidad. Ayer en la UR cerró la sesión con una ‘performance’ donde acabaron participando varios de los propios asistentes. Más allá, sigue sin olvidarse de su gusto por salir a las calles a pintar espontáneamente.

16.12.10 Elcorreo.com

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